De la cola del paro a la de la caridad

Centenares de coruñeses sin recursos visitan diariamente el almacén de alimentos de Equus Zebra con el fin de conseguir sustento sin necesidad de mendigar
Raquel Iglesias

Conseguir algo que llevarse a la boca sin tener que mendigar. Esta es la esperanza del más del centenar de personas que se dan cita a diario en el número 70 de calle Cardenal Cisneros desde las ocho de la mañana. No esperan la apertura de ningún supermercado o gran almacén, aunque la vez se da igual que en la pescadería. En este pequeño local la variedad es escasa, pero una barra de pan se agradece como si fuese marisco.
La organización Equus Zebra atiende en su almacén de alimentos diariamente a inmigrantes e indigentes, pero también a coruñeses sin recursos que llegan desde todos los barrios y zonas de la ciudad. Y es que la extrema pobreza se extiende sin condición. Gente que hace meses no se imaginaba que pasaría necesidad acude actualmente cada mañana a reunir los alimentos para alimentar a sus familias.
El precio de llenar la cesta de la compra es aquí la voluntad. «Al principio nos hacían pagar la módica cantidad de un euro para ayudar a la asociación en el coste que supone alimentar a tantas personas, pero visto que hay gente que no pueden ni dejar esa cantidad, muchas veces cada uno aporta lo que puede. Yo hoy solo tengo unas monedas de dos céntimos», le indica a los voluntarios un hombre que carga varias bolsas llenas de frutas y verduras.