Una plaza en un geriátrico privado en Galicia cuesta entre 2.000 y 4.000 euros
Mario Beramendi
El rostro de Galicia está profundamente arrugado. En la comunidad viven 602.862 personas mayores de 65 años, casi el 22% de la población, de las que 177.361 tienen más de 80 años. Esto la coloca como una de las comunidades con más demanda de servicios para la tercera edad, pero paradójicamente se sitúa en el furgón de cola de la oferta. En la última década ha existido una profunda brecha entre el número de demandantes de una plaza pública en un geriátrico y las camas disponibles. Pero esa desproporción ha ido menguando. El nuevo marco de ayudas de la ley de dependencia, que potencia los cuidados domésticos, ha hecho caer la demanda de manera brusca. Actualmente, hay unos mil mayores a la espera de una vacante en un geriátrico público, cifra que contrasta con los 3.000 que existían a comienzos del 2008.
«É importante destacar que cada vez hai menos xente que quere una praza de residencia na medida en que cada vez se desenvolven máis os servizos de proximidade, como a atención de día ou a atención a domicilio», explica la Consellería de Traballo e Benestar. La espera media para ocupar una plaza en una residencia es ahora ligeramente inferior a un año, cuando en el 2008 se situaba en dos. Un estudio elaborado por el departamento que lidera Beatriz Mato revela que el 85% de los mayores encuestados prefieren no salir de su entorno cercano.
Esta nueva realidad ha hecho que Benestar se plantee una política de servicios que no vaya destinada únicamente a incrementar las plazas en residencias. De hecho, la Xunta está elaborando un estudio de nuevas necesidades de dependientes y un mapa de infraestructuras que permita localizar las inversiones según los tipos de servicios más demandados en cada territorio.
Con todo, Galicia ocupa los últimos puestos en España en servicios y plazas para atender a mayores. Por cada cien gallegos mayores de 65 años solo hay disponibles 2,47 plazas en geriátricos, la tasa más baja del Estado, donde la cobertura es el doble (4,44). A esto se suma que en los últimos años el gran incremento de la oferta de vacantes ha venido de la mano de la iniciativa privada, que oferta unas plazas a precios que oscilan entre los 2.000 y los 4.000 euros, inaccesibles para la gran mayoría de los pensionistas gallegos. En esta comunidad gallega hay solo 29 residencias públicas, con 3.324 plazas, y 60 privadas con concierto, que ofertan 2.467 camas; el coste de ingresar en cualquiera de estos centros supone 1.500 euros mensuales para la Administración autonómica, a los que hay que añadir lo que aporta el ciudadano, que es el 75% de su pensión.
Etiquetas: mayores, residencia
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