¿Y después del albergue, qué?

Las entidades sociales achacan al régimen de corta estancia del refugio, al cumplimiento de normas y a problemas mentales y de consumo, el rechazo de algunos indigentes a los albergues

Sobren o no camas en el único albergue de transeúntes del que dispone la ciudad, lo cierto es que decenas de personas duermen noche tras noche en las calles coruñesas. Las asociaciones que trabajan por la inclusión de los llamados 'sin techo' en la sociedad ven "paradójica" esta realidad, y relacionan el rechazo de algunos indigentes a cambiar los cartones por un colchón con el número limitado de pernoctaciones que ofrece el refugio, con "problemas mentales" e incluso con la falta de costumbre a cumplir ciertas normas.

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