La experiencia es un grado de magisterio
Viéndoles sentados en un banco del parque, disfrutando del aire fresco, tomando el sol o vigilando a sus nietos, es fácil olvidar que las personas que ahora son abuelos y jubilados han estado trabajando toda su vida, algunos de ellos en oficios llenos de historia que ya han caído en desuso. A lo mejor han sido alfareros, o cocineros, o metalistas.
La cuestión es que tienen mucho que enseñar a quien quiera aprender. También tienen lo que es casi tan importante, tiempo que dedicar a esta enseñanza. De ahí que el centro cívico de Los Mallos esté desarrollando el proyecto Enséñame como se hace en el que se invita a todos los que quieran a hacerse voluntarios para transmitir a otros sus conocimientos. Casi cualquier habilidad puede ser susceptible de enseñanza. Ya sea manual o intelectual , asegura María Luisa Bodelón, directora del centro cívico. Por el momento, ya se ha formado un taller de encaje de bolillos y otro de fotografía a la antigua, es decir, utilizando los antiguos instrumentos de emulsión y revelado que las cámaras digitales han desplazado en importancia.
En el aula de Hypatia > El temario del taller sería fruto de un acuerdo entre el alumnado y el voluntario que enseñaría la actividad , explica Bodelón. En cuanto a los alumnos, la directora espera que esté compuesto por los jóvenes que asisten a dos cercanos institutos: el Urbano Lugrís y el de la Sardiñeira. En total, unos seiscientos alumnos.
Bodelón espera que en estos talleres se toquen temas de lo más variado, incluso matemáticas. Puede parecer arriesgado esperar que unos adolescentes acudan a una sesión de explicación sobre Potencias y Radicales si no es a punta de pistola, pero la directora del centro cívico asegura que todo es cuestión del profesor. Son ellos los que hacen que les guste la asignatura. Lo sé por experiencia propia , afirma.
Se trata de una iniciativa positiva para ayudar a la posición social de los mayores al darles un papel activo en la formación de los más jóvenes. De hecho, Bodelón anima a estos a que instiguen a sus propios abuelos a participar en el programa, en el que dan toda clase de facilidades en el horario. Y quien sabe: hasta las anécdotas que sus hijos o nietos se saben de memoria pueden resultar interesantes experiencias para unos desconocidos con ganas de aprender .
La cuestión es que tienen mucho que enseñar a quien quiera aprender. También tienen lo que es casi tan importante, tiempo que dedicar a esta enseñanza. De ahí que el centro cívico de Los Mallos esté desarrollando el proyecto Enséñame como se hace en el que se invita a todos los que quieran a hacerse voluntarios para transmitir a otros sus conocimientos. Casi cualquier habilidad puede ser susceptible de enseñanza. Ya sea manual o intelectual , asegura María Luisa Bodelón, directora del centro cívico. Por el momento, ya se ha formado un taller de encaje de bolillos y otro de fotografía a la antigua, es decir, utilizando los antiguos instrumentos de emulsión y revelado que las cámaras digitales han desplazado en importancia.
En el aula de Hypatia > El temario del taller sería fruto de un acuerdo entre el alumnado y el voluntario que enseñaría la actividad , explica Bodelón. En cuanto a los alumnos, la directora espera que esté compuesto por los jóvenes que asisten a dos cercanos institutos: el Urbano Lugrís y el de la Sardiñeira. En total, unos seiscientos alumnos.
Bodelón espera que en estos talleres se toquen temas de lo más variado, incluso matemáticas. Puede parecer arriesgado esperar que unos adolescentes acudan a una sesión de explicación sobre Potencias y Radicales si no es a punta de pistola, pero la directora del centro cívico asegura que todo es cuestión del profesor. Son ellos los que hacen que les guste la asignatura. Lo sé por experiencia propia , afirma.
Se trata de una iniciativa positiva para ayudar a la posición social de los mayores al darles un papel activo en la formación de los más jóvenes. De hecho, Bodelón anima a estos a que instiguen a sus propios abuelos a participar en el programa, en el que dan toda clase de facilidades en el horario. Y quien sabe: hasta las anécdotas que sus hijos o nietos se saben de memoria pueden resultar interesantes experiencias para unos desconocidos con ganas de aprender .
Reportaje de Abel Peña en El Ideal Gallego del 10 de octubre de 2006
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